Baten las mariposas sus
alas
cuando paseo camino
a los sueños que dejé
olvidados.
Y junto a este bosque
suenan
bandadas de gorriones
que se agolpan en mi
pecho.
Quiero huir de este otoño
llegar donde el reloj
ya no marca las horas.
Abrazar las montañas
soñar que me esperas
mi pequeña y dulce
mentira.
Como un vaso de cacao
con miel y estrellas
como sentir el deseo que pasa.
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Y a agarrarlo con todas las fuerzas,
hasta tener la certeza,
de que ya ha pasado,
saboreando la miel,
que aun te queda en los labios.
Sencillo, delicado y tierno. Y con la melancolía del otoño.
Besos
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