Todos lloraban a su alrededor
y ella quería sonreír
pero no sabía cómo.
La tristeza, de pronto,
se había instalado
en las personas que más quería
y ella, que siempre había tratado
de regalar sonrisas
se dio cuenta
de que ya no sabía hacerlo.
Miraba en sus entrañas
buscando la risa
recordaban también los tiempos
con su abuela,
ya la época en que aún
soñaba despierta.
Pero la felicidad no volvía.
Hacía tiempo que huía
de su imagen en el espejo
y se preguntaba entonces
dónde buscar la paz
para regalar sonrisas.
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