Caen las tardes de otoño y te extraño,
yo que creí olvidadas por siempre tus huellas,
y de que el amor duele, de eso ya nadie habla.
Nadie habla de las ausencias, de los que se fueron,
de un mundo que se desangra y muere,
de mis niños pérdidos, del recuerdo de tus abrazos.
Que bastante duro se hace llegar a fin de mes, mi vida,
y tratar de olvidarte a cada minuto en esta ciudad vacía,
y pintarme los labios para sonreír a otros.
Nadie sabe el dolor del camino de vuelta, la melancolía,
y los recuerdos de amigos lejanos, ellos fueron los mejores,
cuando la vida era negra y creí ver un rayo de luz a su lado.
A veces la luz reaparece, a veces, debió ser un sueño,
pero que quieres, amor, ya sabes como me gusta el otoño,
y el recuerdo de los sueños imposibles.
P.D. Pequeño homenaje, a mi manera, para "La Senda del Tiempo" y para todos aquellos seres un poco nostálgicos.
4 comentarios:
Escribes de una forma fantastica me ha encantado tu entrada
Gracias.
Madre mía!!
Traía un discurso preparado para agradecer que pasaras por mi blog, y darte las gracias también por comentar... Pero me he quedado con la boca aabierta con tu post!! Es un poema precioso, doloroso como la vida y tan... BRUTAL!!
"Que bastante duro se hace llegar a fin de mes, mi vida,
y tratar de olvidarte a cada minuto en esta ciudad vacía,
y pintarme los labios para sonreír a otros."
Muy muy bueno, de verdad!!
Un abrazo dsd Barcelona :)
Gracias, me alegro de que te haya gustado. Te seguire. Otro abrazo para allí.
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