domingo, 13 de mayo de 2012

Domingo, 13 de mayo, 2012

Ocurre que a veces pienso en el sentido de la vida y la  muerte,
y me da por pensar que desperdicio mis días,
y que cada día alguien lucha por vivir, y no siempre lo consigue.

Detrás de mi ventana el día parece bonito,
es una tarde cualquiera de viernes,
es primavera mientras yo sigo esperando.

Y sigo cocinando pasteles las tardes de domingo,
mientras en las calles otros viven,
y no sé por qué, he vuelto a escribir poemas.

Oigo hablar de cocineros y pétalos de flores,
yo apenás se hacer un par de bizcochos,
pero puedo imaginar esos pétalos en mi cocina.

Los cocinaría sobre tu cuerpo desnudo,
a fuego lento y sin las prisas de nadie,
que bastante tenemos con vivir cada día.

Con ellos dibujaría círculos en tu vientre,
y miles de mariposas acudirían sobre nosotros,
dibujando ese mapa en el que nos imagino.

Mi piel está blanca tras el duro invierno,
y necesita ración doble de esta receta,
regar con vino tinto, a beber de mi vientre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me alegro que hayas recuperado las ganas de escribir poesía y que lo hayas hecho con esta fuerza.

A ver si yo me reencuentro con las palabras pronto...

Un abrazo fuerte

Parador Sur dijo...

Todo esta en querer y querer hacer.

saludos! :)