Si el destino
es como lo sueño
moriré un noviembre,
o principios de diciembre.
Alguien acercará mi cama
a la ventana
y desde allí veré pasar
a una chica solitaria,
pantalones anchos,
en un parque desierto
y cubierto de hojas secas.
Y todo estará en paz
No hay comentarios:
Publicar un comentario