He de confesarte, amor
que todavía te quiero.
Por mucho tiempo que pase
por muchas vidas vividas,
por muchos silencios.
Por muchos paseos
que llenen diciembre
en esta ciudad
plagados de niebla y frío.
Mucho frío.
No son tiempos fáciles
pero ¿lo son para alguien?
Me acechan mil miedos
Mientras de mi nadie sabe
más allá de mi nombre.
Y pasan así los días
en un invierno que nunca
nunca termina.
Plagado de sueños enterrados
entre montañas de ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario